lunes, 8 de marzo de 2010

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Dia de la mujer Oscareada.

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Esos Avatares...

Me alegré infinito el año pasado del óscar de Penélope Cruz, por ser de la tierra sobre todo, y además por ser el galardón mas alto del mundo del cine, y por ser mujer, y ser la primera, y un sin fín de etcéteras más... Pero este óscar de la super triunfadora Kathryn Bigelow y su película 'En tierra hostil', que ha arrasado con sus seis estatuillas no me sabe igual, aunque claro que la felicito, honor a quien honor merece.

Y no me sabe igual porque Avatar me pudo, me conmovió y me estremeció, y me hizo recordar sus imágenes terminada la sesión durante horas y días después, y he jurado que en cuanto pueda la veré otra vez.

Solo me ha pasado esto mismo una vez en mi vida hace treinta años con “La Guerra de las Galaxias”, en 1977, que me llevó tres veces al cine a verla. Ni E.T., ni ALIEN, ni TITANIC...

Para empezar, ya al minutito de película vi aparecer a Sigourne Weaver, tremenda actríz garantía de calidad y oficio, al menos en conocimiento extraplanetario alienígena, un pelín descarada para sus 60 años, pero bien. Y a continuación un despliegue de efectos especiales a cual mas deslumbrante, que me trasportó de sopetón al “mágico mundo de color” de Walt Disney. Hablando de este monstruo, por cierto, en este primer fin de semana de Marzó se ha estrenado la nueva versión del clásico cuento de Lewis Carroll “Alicia en el país de las maravillas”, en 3D del director Tim Burton (dicen las malas lenguas que ya ha superado en taquilla a Avatar), estamos que nos salimos.


Pero volviendo a AVATAR, que es una película larguísima, con saltos continuos de la vida real a la suplantación alienígena que podrían ser incómodos, con necesarias repeticiones y recordatorios a otras películas que podrían defraudar (las camas criogénicas de viaje, las grabaciones de pantalla, y demás parafernalia espacial) y con un tema tan manido que no podía sorprender de ninguna manera, resulta que es un peliculón que ha gustado a todos los paladares, nueva y refrescante, grandiosa, emocionante y divertida, y que explota los límites de lo imaginable hasta la extenuación, como solo los grandes grafistas del mundo del cómic de los 70 lograron en su día. Es fácil para el cine triunfar con dicha apoyatura y por ello ya fueron llamados por la industria en muchas ocasiones, como sucedió con Moebius, autor de la nave alienígena y decorados de la primera ALIEN (1979), las motos y la nave mariposa de "Tron" (1982), "Masters del universo" (1986), "Willow" (1987), "Abyss" (1989) o "El quinto elemento" (1997), ... George Lucas también usó uno de los diseños de Giraud para la Imperial Probe Droid en Star Wars Episodio V: El Imperio Contraataca.

Pero este film no tiene una mano sino mil

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