sábado, 24 de abril de 2010

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Renovarse o morir

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NETFLIX despegando...

Sus acciones suben como la espuma, a pesar de la crisis. El secreto de su éxito es muy claro, en lugar de querer engañar al público haciéndole comulgar con rueda de molino, como la nada honorable banca desarrollada, esta empresa de éxito prefiere cambiar su modelo de negocios y se prepara para pasar del alquiler de los DVD de filmes por correo a las descargas por suscripción en internet, que es lo que demanda la gente sencillamente.

Por eso esta empresa estadounidense de nombre Netflix Inc. es una excepción en esta crisis.
Su presidente ejecutivo, Reed Hastings, cree que en un lapso de cuatro años la rama que actualmente genera la mayoría de las ganancias de Netflix empezará a decaer, pues los DVD entregados por correo pierden terreno ante las películas que se descargan directamente desde Internet. El popósito es cambiar rápidamente el enfoque de Netflix, proporcionar más contenido a través de la Web y llegando a acuerdos con fabricantes de componentes electrónicos para que los consumidores puedan ver las películas en sus televisores con una buena calidad.
Las multinacionales de la imagen andan locas por sacarle el jugo a Internet, presentando batalla en el campo de los derechos de autor. Pero están perdidos en el llano. Y a estas alturas deberían saber que es ridículo querer proteger los ingresos provenientes de las ventas de DVD. pero hay señores como lo de Sony Pictures, de Sony Corp., que fastidió a base de bien a Hastings, cuando temporalmente retiró algunas de sus películas del servicio de vídeo por Internet de Netflix por una disputa sobre derechos.
Según el propio Hastings, de 48 años, es importante estar atento a los cambios y saber adaptarse. Cita el caso de America Online, el proveedor de servicio de Internet que no supo adaptarse a la banda ancha, a pesar de fortalecerse con la compra de Time Warner Inc. en 2000. "Me levanto cada día con ese temor", dice. Precisamente esa inteligente postura de renovarse constantemente es la que le elevó sobre la competencia, que no supo adaptarse a los cambios. A fines de los 90, el negocio de los vídeos de alquiler estaba pasando de las cintas de VHS a los DVDs, ofrecidos por gigantes del alquiler como Blockbuster Inc.
Netflix surgió con fuerza con una mayor selección de títulos que enviaba por correo a todo el país. Hastings les cobraba a los clientes una tarifa plana al mes por ver tantos DVD como quisieran, eliminando las penalizaciones por retraso en la devolución de las cadenas clásicas de alquiler.
Blockbuster acabó por lanzar su propio servicio de DVD por correo, pero tuvo que reducirlo a fines de 2007 tras acumular constantes pérdidas. Aquí en España vino, vió y venció sobre las pequeñas empresas locales pero ese negocio ya se acabó. El mismo Hastings dice que previó el declive de los DVD casi desde que fundó la empresa en 1997. Diez años después, en enero de 2007, Netflix comenzó a permitir a los suscriptores que descargaran vídeo a sus computadoras desde su página Web, permitiéndoles ver las películas sin tener que descargar. Ahora más de un 20% de los miembros de Netflix usan el servicio de manera regular. La compañía dice que los nuevos usuarios atraídos por la descarga de películas han impulsado el número total un 25% respecto al año pasado.
Los datos están claros para cualquiera, pero parece que no queremos verlos. Así hace años que las televisiones europeas deberían haber dejado de ofrecer basura y programaciones despreciables, incluidas las de pago, que se buscaron que la gente se borrara en masa por la cantidad de pelis malas que ofrecían como de estreno. Las parrillas se aliviaron levemente con el desembarco de series americanas tipo House y CSI, pero es que hasta en America tuvieron que hacer huelga los guionistas para que se les tomaran en serio por parte de las cadenas de televisión. Es fácil culpar a los ninjas de EE.UU. y sus hipotecas de la crisis económica, pero a los directivos de tv que son los responsables de la decadencia de nuestra empresa de ocio nº 1, como los deberiamos llamar, para usar terminología japonesa... “kamikaces”?

Por favor, que sigan el ejemplo de alguien que tiene ganancias a pesar de la crisis. Y que conste que Hastings, es consciente de que en Internet se enfrentará a competidores mucho más poderosos que los que tiene ahora, como Apple, Amazon, Google Inc. y Hulu, un proyecto conjunto de compañías de medios, entre ellas News Corp., propietaria de The Wall Street Journal.

De todas formas yo apuesto por él, porque Apple es caro, Amazón ni existe en España, Google es Youtube, que ya sabemos que no es competencia, y HULU, está vendido a muchos amantes de sus derechos de autor, veremos que nos ofrece.

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