miércoles, 16 de febrero de 2011

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La publicidad en Internet, directa a tu mercado.

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Hasta ahora el vendedor de un determinado producto que quería darse a conocer buscaba un hueco para anunciarse allá donde podía aceder al mayor número de posibles clientes, por ejemplo, un medio de comunicación de masas como la tele, y además gastarse una pasta. Con cinco canales de televisión había tortas para anunciarse en franjas horarias de máxima audiencia, acompañando a un buen partido de futbol, una buena pelicula, una final de Operación Triunfo o Gran Hermano, pero con la llegada de la TDT y tantos canales, la cosa cambia considerablemente. El vendedor no puede estar seguro de que sus anuncios serán vistos por la suficiente audiencia, o del tipo que le interesa, para que su inversión le sea rentable. En mas de una ocasión, viendo un canal de programación infantil con mi hijo de ocho años me he topado con anuncios de contenido para adultos, muy mal ubicados y en horario de merienda.
Así nuestras empresas han decidido no invertir hasta que las TDTs consigan mas audiencia, pero de donde no hay no se puede sacar. Ahora la tarta hay que repartírsela entre muchos invitados, y para colmo, la gente está abandonando la tele para acudir a otros centros de entretenimiento que son mas de su gusto, como internet. Lógicamente, a nadie complace esta situción. A nadie que siga en sus trece.
Ya lo dijo el señor Punset que la publicidad que nuestras empresas españolas invierten en Internet es muy poca (apenas un 12 % del total) en comparación con la publicidad que invierten en el resto de paises de Europa y América (cifras que se acercan al 60 %). No es que nuestras empresas sean mas estúpidas que las de fuera de nuestras fronteras, faltaría mas, lo que ocurre es que desconconfían de un mercado que desconocen. Y lo que creen que saben es que nadie navega aún en nuestro país. En esta tierra nuestra prevalece la filosofía del feudalismo: lo que nos es desconocido no nos gusta, nos tira para atrás, no queremos aprender cosas nuevas, seguimos agarrados a lo que sabemos y con eso nos basta, claro que hoy día ya nadie viste armadura, al menos no por fuera...
Nosotros si navegamos y en pocos años, todo el mundo lo hará en España. La televisión se quedará mas obsoleta que las cintas casette, y una gran pantalla de google adornará una pared casi al completo, con una página de inicio configurada a nuestro gusto, con los gadgets que nos interesen, chat, correo, teléfono, videonoticias, juegos, subastas, música, y datos de nuestras cuentas bancarias, la carita de nuestro niño en la guardería, el taller que repara nuestro coche, y una web cam con la oficina de tu novio, que también podrá compartir tu página inicial de google desde su mesa de trabajo.
Para todos los que necesitan audiencia y mercado, internet es la luz al final del tunel, la tierra fértil, el espacio ilimitado donde todo el mundo cabe, y cada uno va a lo suyo. Pero hay que saber como ganarse la audiencia en este nuevo terreno, y ofrecer algo interesante y de calidad, y ponerlo allí donde precisamente quiere ser visto. El éxito está garantizado.

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lunes, 14 de febrero de 2011

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¿Dónde estan los guionistas del año pasado?

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Este comentario será muy breve porque la Gala 2011 de los Premios Goya no merece demasiada atención, que me perdonen, pero nunca pensé que ùdiera llegar a decir esto. Por alguna razón que, la verdad puedo imaginar con poco esfuerzo, los guionistas de esta ceremonia no eran los mismos que los del año pasado, y eso fué todo lo que pasó.
Buenafuente me aburrió a pesar de que se portó como un buen muchacho y se aprendió bien los textos, mas o menos como los demás (salvo Puigcorbé y la Sardá, una pena). Un auténtico desperdicio de Teatro Real, con sus vistas aéreas del exterior, una pena de realización a todo trapo con músicas y fanfárias, de actores muy voluntariosos que cantaron lo mejor que pudieron sobre unos tristes arreglos musicales (no solo faltaron los buenos guionistas, también alguien con conocimiento de causa) y con una coreografía tritísima. Buenas ideas llevadas a la mínima expresión, y por si fuera poco, un expontáneo que ni se desnudó ni hizo nada llamativo.
Ellas, las actrices, iban maravillosas, pero no las pudimos ver apenas... no se vió nada de glamour, ¡y lo había! Los actores también se lucieron, perono vimos alfombra roja, ni llegadas, ni nada de nada. Pena de corte de publicidad que se podría haber cotizado al alza. Alex de la Iglesia, que no se llevó los premios que esperaba, habló, pero no tuvo gracia. Debería relajarse.

Ahora todo es repetir el gran nivel de audiencia que acaparó (audiencia aburrida y pidiendo que se acabara) y que no se volverá a repetir. Qué pena de cermonia, larga y aburrida. Una oportunidad de oro tirada a la basura porque alguien se habrá querido pasar de listo.  Me apuesto un pincho de tortilla y una caña a que no es la crisis la culpable de este desatino y que el presupuesto de esta Gala no ha sido inferior al del año pasado, sino lo contrario. Y esa Gala, de repetir el éxito de la del año pasado que fué magnífica, hubiera creado un nicho de ganancias impresionante, pero ahora la tv española ya no tiene publicidad, ni ganas de rentabilizar, entiendo. Una pena.

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